Thursday, November 23, 2006

EL SEDENTARISMO, ENEMIGO SILENCIOSO.


Según Hipócrates, "lo que se utiliza se desarrolla, lo que no se utiliza se atrofia". Todo organismo vivo aumenta su capacidad de adaptación cuanto más usa los órganos. Por el contrario, cuando no se utilizan todas las estructuras orgánicas, los tejidos se reducen y debilitan. La falta de ejercicio en una rutina diaria, conocida como sedentarismo o vida sedentaria, incide en las funciones orgánicas, que comienzan a deteriorarse.
El organismo de las personas sedentarias se descalcifica progresivamente (lo que deviene en osteoporosis) y se vuelve menos resistente a tensiones, más frágil a los traumatismos y más propenso a enfermedades degenerativas como artrosis y artritis.
Cuando comenzamos una rutina de ejercicios es importante hacerlo gradualmente para que los huesos se adapten progresivamente a las nuevas exigencias: si no se toma en cuenta ese proceso pueden producir desgastes y lesiones por abuso tanto o más graves que las provocadas por desuso.
La actividad física beneficia la función cardiorrespiratoria y de ella depende nuestra resistencia al esfuerzo. Una vida sedentaria, que suele ir acompañada por una mala alimentación y un mal descanso, desemboca irremediablemente en un deterioro del organismo y, en muchos casos, en una enfermedad crónica.
Las enfermedades cardiovasculares son enfermedades crónicas degenerativas, fuertemente asociadas al estilo de vida. Los músculos del cuerpo tienden a aplanarse, a perder fuerza y a endurecerse si no se los trabaja correcta y periódicamente.
Lo mismo ocurre con la flexibilidad: hay que ejercitarla si no queremos perderla. Todo esto nos demuestra hasta qué punto una vida sedentaria influye de manera negativa en nuestra calidad de vida.
El sedentarismo también lleva a: estreñimientos, várices y sensación de fatiga. Muchos dolores de espalda que no tienen origen en traumatismos o enfermedades se deben a la debilidad de los músculos de esa zona, que se contractura de forma casi permanente. A menudo, el simple esfuerzo de mantener erguida la espalda representa para el sedentario una exigencia mayor de la que sus músculos son capaces de soportar.
Ademàs de todo lo anterior el ejercicio nos ayuda a mantener una apariecia màs joven, bien se dice cuerpo sano en mente sana.
Afortunadamente en nuestra ciudad tenemos varios grupos, de apoyo para los adultos mayores tanto por el seguro social como en la unidad depotiva, donde se puede hacer ejercicio sin que por ello se haga un gasto excesivo siempre serà mejor prevenir que lamentar.

Dra.Alma Villarreal Navarrete . http://www.vinamar.blogspot.com

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