Saturday, September 22, 2007

Gingivitis.




La gingivitis es una forma de enfermedad periodontal que se presenta cuando una inflamación e infección destruyen el tejido de soporte de los dientes, incluyendo la gingiva (encías), los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales (hueso alveolar).
La placa, que es un material adherente que se desarrolla en las áreas expuestas del diente y está conformado por bacterias, moco y residuos de comida, es la principal causa de caries dental y, si no se remueve, se mineraliza formando un depósito duro denominado cálculo (sarro) que se acumula en la base del diente.
La placa y el sarro causan irritación e inflamación de la gingiva, las bacterias y sus toxinas hacen que las encías se infecten, se inflamen y se vuelvan sensibles.
La gingivitis puede también ser causada por cualquier tipo de lesión o trauma en las encías, incluyendo el cepillado y el uso de seda dental demasiado fuerte.
Entre los factores de riesgo para el desarrollo de la gingivitis se encuentran la diabetes no controlada, el embarazo (debido a los cambios hormonales que aumentan la sensibilidad de las encías), la enfermedad general y los malos hábitos de higiene dental.
La mala oclusión de los dientes (dientes desalineados), los bordes ásperos de las obturaciones y la aparatología oral mal colocada o contaminada (como aparatos ortodóncicos, prótesis, puentes y coronas) pueden irritar las encías e incrementar los riesgos de gingivitis.
Muchas personas experimentan la gingivitis en diversos grados. Ésta se desarrolla generalmente durante la pubertad o durante las primeras etapas de la edad adulta debido a los cambios hormonales y puede persistir o recurrir con frecuencia, dependiendo de qué tan sanos estén los dientes y las encías de la persona.
Se debe buscar ayuda odontológica si se presentan signos de gingivitis como pueden ser: Encías que sangran con facilidad y aparece sangre en el cepillo dental, inclusive con un cepillado suave, encias con coloración roja brillante o roja púrpura, que se muestran sensibles al tacto, úlceras bucales y encías inflamadas.
El odontólogo hace una profilaxis completa que puede incluir el uso de diversos dispositivos e instrumentos para aflojar y remover los depósitos de placa que se forman en los dientes (raspado).
Después de hacerse una limpieza dental profesional, es necesario mantener buenos hábitos de higiene oral, para lo cual el odontólogo le enseñará las técnicas del uso correcto y frecuente tanto del cepillo como de la seda dental, se recomienda una limpieza profesional como mínimo dos veces al año o con más frecuencia para casos más graves. Igualmente, se puede recomendar el uso de enjuages bucales antibacterianos u otro tipo de ayudas aparte del uso frecuente y cuidadoso del cepillo y la seda dental.

Dra. Alma Villarreal Navarrete.

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